El injerto capilar es uno de los procedimientos con mejores resultados y con mayores tasas de éxito en hombres y mujeres de cualquier edad. Sus resultados se evidencian en la recuperación gradual y progresiva de la población capilar en zonas afectadas por la alopecia.

En determinadas zonas del cuero cabelludo, los folículos pilosos han perdido de manera definitiva la capacidad de producir pelo. Consecuentemente, el paciente muestra zonas de baja densidad y despobladas debido a diferentes tipos de alopecia.

Estas zonas se pueden repoblar con el trasplante de unidades foliculares provenientes de zonas donantes autógenas del paciente. Es decir, mediante un procedimiento quirúrgico, el especialista puede tomar unidades de una zona donante y trasplantarlas en una zona receptora.

Esto puede realizarse, básicamente, mediante dos técnicas:

• Técnica de FUE: En ella, se insertan unidades foliculares en microcanales con la ayuda de cuchillas de zafiro especialmente diseñadas. Estas cuchillas producen mínimas incisiones y hacen el injerto de los folículos en la zona receptora. Como resultado, se produce una mínima cicatriz imperceptible y con una recuperación acelerada.
• Técnica DHI: La Direct Hair Implantation consiste en implantar uno a uno cada folículo en la zona receptora. Esta técnica toma en consideración la orientación de cada pelo de forma individual para asegurar un resultado estético positivo.

Ambas técnicas requieren de un análisis de las zonas donantes y receptoras para determinar la extensión y alcance del procedimiento. Asimismo, ambas técnicas son procedimientos indoloros, mínimamente invasivos y con resultados muy positivos.

El injerto capilar es un procedimiento con poca o ninguna afectación al ritmo cotidiano del paciente. Sin embargo, existen algunas consideraciones especiales que debemos tener en consideración antes de cada procedimiento. Veamos algunas de las preguntas más frecuentes de nuestros pacientes  en Capilar Innovation Clinic en relación al postoperatorio del injerto capilar.