La alopecia difusa es uno de los tipos de pérdida del cabello más frecuentes entre hombres y mujeres de todas las edades o tipos de piel. Aunque sus causas son multifactoriales, se manifiesta por una pérdida asintomática del cabello de forma progresiva.

Los pacientes que sufren de alopecia difusa no manifiestan ningún signo que indique la inminencia de este tipo de alopecia. El cabello comienza a debilitarse gradualmente, se vuelve frágil, quebradizo y no puede sostenerse por sí mismo.

Poco a poco, los pacientes van descubriendo hebras de cabello en la ducha, en la ropa, en la almohada o en el peine. Sin embargo y a diferencia de otros tipos de alopecia, la alopecia difusa no suele acompañarse de irritación, sequedad o enrojecimiento del cuero cabelludo.

Es por esta razón que este tipo de pérdida capilar preocupa a miles de hombres y mujeres pues no hay una relación directa de causa-efecto. Simplemente, por varias razones médicas, el folículo piloso comienza a perder vitalidad y la capacidad de producir un pelo fuerte y resistente.

Una de las principales preocupaciones de los pacientes es que intentan sin éxito numerables y muy costosos tratamientos caseros que no resuelven el problema. En algunos casos, los champús, lociones o tratamientos caseros se convierten en paliativos temporales pero sin una solución efectiva.

Romper el ciclo de caída, productos inservibles y agravamiento de la alopecia difusa pasa por un diagnóstico a tiempo y un tratamiento médico especializado. Veamos algunas consideraciones sobre la alopecia difusa y los tratamientos más recomendables para recuperar la fortaleza y vitalidad de tu cabello.